miércoles, 21 de marzo de 2012

UN REGRESO ABSURDO PERO NECESARIO

Volví con el pretexto de oír por última vez tu voz.
Regresar allá, al ángulo gris del olvido
para encontrarme con la lluvia de tu sonrisa.
Quizás sea hoy ya una gran tontería,
absurdo deseo perdido como aquella tarde,
como aquella noche súbita
en cuyo margen comprendí tu adiós.

Creí que al volver,
al regresar la vista atrás para soñarte por un momento;
iba a encontrar el cariz de aquel silencio,
a ese paso por detrás para dejar sobre mí el tedio.
Mas nunca encontré ni eso ni otra promesa.

Solo nuevamente
-perdida aun este tiempo-
tu lluviosa sonrisa de pueblo.

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