No importa
lo lejos que estés.
La luz de tus ojos
va guiándome
hacia el puerto
de tus labios.
Tu mar espumoso,
de sal y yodo,
es ya un destino
premeditado
en el deseo
de mi consciencia.
Es cuestión
de tiempo.
Ya verás.
premeditado
en el deseo
de mi consciencia.
Es cuestión
de tiempo.
Ya verás.