miércoles, 21 de marzo de 2012

POEMA TRISTE DE UN AMOR

                                      A Marco Mulero y a su amor imposible.

Naciste tú, amor mío,
y contigo, 
todas las auroras.
El sosiego tenue que calmó mi frío pecho
de seis años sin amor;
y que con tu llegada,
oh diosa,
fue una dulzura y una muerte
premeditada
para estas manos vacías
y que sin embargo,
siempre las tuve llenas de lágrimas y de esperas.
Más hoy te perdí,
en esa milésima de segundo
cuando ya no ardían hogueras
de ninguna noche mágica
y todo pareció como el sueño del poeta:
el feliz hallazgo de la musa becqueriana
que luego se esfuma en el hálito del dolor.
Y no obstante
con tu llegada,
nació en mí la esperanza muerta
con la cual decorar con mil rosas tu nombre
y hacer de tu presencia
la flor de adelfa amarga por quién morir
con su veneno de amor de verano, mi amor.
Con la cual morir sin tus labios de verde maría.

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