miércoles, 21 de marzo de 2012

POEMA NOCTURNO II

(II poema de la la sección "Poemas nocturnos")

Anduvo extremadamente borracho aquella noche.
No lo importó el reproche oscuro de la luna,
ni el halito gélido de la soledad.
Anduvo despacio (apenas manteniendo el equilibrio)
recordando lo puta que es la vida y lo golfa que son las musas.
Iba redundando, mascullando a voz ronca y partida
un nuevo consuelo donde aminorar la nostalgia severa,
la atroz y ceguera luz que en ángulo caminaba en pos de sus pasos.
Esos tambaleantes y precarios, y que bien indican la metafísica inhumana,
para vomitar con la bilis la aborrecible verdad de ser
todo falso en esa luz apagada, tenue
para sus ojos vidriosos e infectos de alcohol.
Sus inyectados ojos ya no saben dónde mirar, no saben hacia dónde
dirigir la última y fugaz mirada para otear a la jodida vida.

Anduvo a trompicones a veces, otras a insultos y camorras;
indagando en su cerviz el frescor impávido que recorre cada centímetro
de su mayor pesadumbre.
Más nada halló sino solo su podredumbre inefable,
el corte audaz y misericorde para ése humano que caminaba a tientas,
con la jodida y austera vida más etílica que el verso perdido pudo ofrecerle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario