sábado, 11 de febrero de 2012

NUEVO POEMA A IZEL JARIFA

                                                   
                                                                    A Izel.


Ah, bellísima Jarifa mía,
que el corazón tú me enamoraste,
con tus divinos ojos felinos
aquella noche de Carnavales.
Oh, y que linda tú me mirabas,
¡que ojos los tuyos tan inmortales
dieron luz a mi alma en aquellos días
para así a mí de nuevo iluminarme!
¿Serás tú mi postrera poesía,
mi orilla, el agua o el cauce
donde corran  con grata alegría
mis más tiernos versos fugaces?

Ya no hay ninguna duda, diosa mía,
pues estos así bien los hacen
desde que en el andén y a pie de vía,
nuestras gratas miradas se encontrasen.
Oh, cuánto amor, cuánta fantasía
de nuevo en mi pecho arde
desde que tú andas siempre al lado mía;
sea por la mañana, o en la tarde…

Ah, bellísima Jarifa mía,
que el corazón tú me enamoraste;
con tus divinos ojos felinos
  aquella noche de Carnavales…


(*) Poema escrito en noviembre del 2007 y modificado,
   así como titulado definitivamente después, el 9 de junio del 2009. 

(N. A.)     

UN ENCUENTRO

                                                  A "Kebran"
La reacción del encuentro
entre poetas,
nunca es vacío austero
que se pueda perder en el confín
del verso más efímero.
Más perdura
cual fuego atroz en las venas,
para ser el hálito
con el cual compartir la puta vida
mientras se magnifica la gloria
de la palabra escrita…

MOMENTO OPORTUNO

Es quizás cierto que todo se rompe
en este ángulo gris de la conciencia.
Un tratado obtuso que no supo de pantomimas
ni de otras tristes tareas con las cuales
llenar todas las almas.

Hoy es el momento más oportuno
para decirte que es verdad lo que miras,
lo que sientes y rabias en este polvo azul
de mis días sin ti.

Una nota llena de añil solidificada
en tus mejillas, en mi boca,
en tus pechos y en mi torso.

Un todo y nada
que no sabe de rencor ni de espinas,
ni de una tormenta estrellada,
ni de gatos maullando sin celo alguno.

Ah, ya ves…
ahora lo recuerdas todo y yo no.

Qué ironía de Historia.
Fue durante una noche,
(no recuerdo si tus ojos eran lunas,
o simplemente un cariz de las musas)
solo recuerdo que te contemplé sentada;
allá a solas en aquel triste y frío banco
en cuyo metal templado, tu frenética espera
devoraba los mil versos de una canción
que yo jamás supe darte.

viernes, 10 de febrero de 2012

NUEVO AMANECER

Es el momento del nuevo amanecer.
De que despertemos con los ojos bien abiertos
y desperecemos toda desventura mal lograda.
Es hora de que, a la nueva salida del sol,
todos y cada uno hallen el futuro jamás arrancado;
el del jornalero, el de la ama de casa, el del parado,
el de los niños, el de los ancianos…
La tentativa saludable que nada ni nadie han de quitarnos
en esta cívica protesta de las calles.
Un nuevo amanecer para los jóvenes y no tan jóvenes,
un despertar cargado de futuro
como los versos de Celaya.
Ya es la hora, oh democracia,
ya es la hora de que espabiles y que hagas así
y todos bebamos de tu autentica bendición.
Pues bien sabemos que nadie nos la arrebatará,
que ni facciosos ni extremistas avaros de los mercados
harán de ti la nueva esclava del siglo.
No mientras existamos nosotros, ¡oh ciudadanos del mundo!
Y hagamos de esta pacífica revolución
el arte con el cual vivir en la prosperidad arrancada.

QUIZAS ODIAR...

Quizás odiar sea el mayor delito del hombre.
Posiblemente la mayor injusticia en este mundo,
tal vez el peor defecto que el ser humano
puede llegar a tener ante sus semejantes.
Pero para delito, injusticia y defecto,
sea tragar con la insensatez más tenaz
y no poder hacer nada mientras que las manos
quedan amarradas impotentes.
Sé que odiar es el mayor castigo del hombre,
la mayor estupidez, la incoherencia más vulgar,
pero también la única libertad del desahogo
de quienes no somos capaces de dar una respuesta
o una solución a la estupidez humana…

                                            Sevilla, 20 de diciembre del 2011.
        

                                

TU NOMBRE

 

He aquí otra vez tu nombre.
Que silencioso sobre mis hombros recaen
cual si de la lluvia se tratara.

Otra vez en forma de nube
de cielo y relámpago
que es a su vez una esperanza
y un largo consuelo.

Siempre aquí,
dulcemente en el sueño vivo
de cada palabra escrita.

Perenne y viva
y altiva en las sombras,
que es a un tiempo beso
caricia y flor
y que no más
también es tu nombre.

He aquí de nuevo el suspiro
la mirada cuerda
que anota verdades y hace del tiempo
un cariz latente donde descansar
el verso.

Y ya ves.
Solo es tu nombre
un próspero y latente sueño
que va invadiendo verdades
y caricias del ayer.

POEMA EN SILENCIO

                                                                                

                                          No quisiera escribir estos
                                versos.
                                No frente a la osadía
                                premeditada
                               de tu adiós infinito.

                               Pues no quisiera volver
                               a aquél pretérito
                               sin mi Única.

                              Aquel tiempo atroz
                              cuando aún
                              no conocía tus besos.
                              No.
                              No quisiera escribir
                              estos tristes versos
                              ya tan provistos de soledad.

                                                                            [6-11-2010]      

                                                                         

ASI VA

Adormecido la vida va
de astro en astro
y a pie desnudo de la luna.

Desesperada en la razón
de ese obrero humilde
que amasa el pan de cada día,
o hace de la leña el fuego
con el cual calentar al hijo

Así va.
Atiborrada de esperanzas,
aterrorizada de amenazas.

Así va
la vida por su umbral
y por el ínfimo sueño inalcanzable.

                     (16, Octubre de 2009)

EL MAR Y TU

                                          

                                                               A Izel Jarifa, como siempre.
              
Si comparo el mar y sus olas contigo
amor
y te pienso como un oleaje
o te siento espuma sobre mi costado
ya bien sé cuánto océano me eres
en estos días de sal y yodo.
Ahora ya sé porque eres un torrente fresco
que linda me ahogas en tus onduladas aguas.
Hoy más que nunca
te siento marejada y pleamar
orilla y playa
en las cuales dejar mi náufrago cuerpo
para en ellas perecer como un alga verde
o como ese grano de arena
que tiempo atrás fuera robusta roca
y luchara contra tu tempestad
para acabar siendo vencida y polvorizada.

Hoy quiero ser marejada y profundidad
Estrella de mar y anémona
Con la cual abrazar tu salado cauce
Para arribar a tus orillas y ser agitado por tus besos.

Hoy te comparo cual bravío mar
Como el compacto volumen de su furia titánica azul.


El mar quizás seas tú arremolinada en mi cintura
La verde orilla en la cual bañarme de tu sonrisa
Y lucir tu huella de sal inscrita en mis labios.


El mar y tú
¡Qué lícita comparación de amor!
         

AMALENDU

                                                   AMALENDU

                                            (LA VOZ DEL POETA)
                
                                                                                            A Ernesto Tejero.
           
                            
                          Si brilla la luna ante ti
                       y sobre el verde de los parques,
                       y tú insinúas a voz al verso esperado
                       para cantar a la libertad del Hombre,
                      ¡válgame a mí tu voz encendida en el pecho!
                       A mi el sueño vivo del poema
                       y el sopesar del juicio –el tuyo-
                       para comprender que aún existe la belleza
                       y la respuesta comprendida
                       y que ni el silencio,
                                                        jamás podrá pausar.

                       No mientras que tú y la amistad exista.
                       No mientras que la exhortación del alma
                       y el sentir de tu tierra milenaria,
                       pulse tu voz cual vida por los ríos.

                                         Hoy / mañana
                                             siempre.
   
                                                                                              -Marzo, 2009-
                                                            
                                                        
                                                                                 

Una botella verde para el mar de redes

Para mí es un gran placer echar una botella al mar en este extenso océano que es la red y hacer que esta navegue con un claro mensaje esperanzador: poesía. Pues en un mundo cruel y avaricioso, vil y canalla a veces como es éste, creo que se hace necesario que se difunda más poesía y, en definitiva, algo más de cultura en estos tiempos difíciles que corren. Espero que al menos mis humildes trabajos gusten y haga ameno una porción del tiempo de aquél que guste de pararse en mi blog y contemplar su anodino escaparate literario. Pues ese es el fin de este blog poético: Compartir cultura.
Hace ya al menos doce años de aquella vez que tuve la gran suerte de conocer a un ser excepcional que sin duda fue tiempo después la culpable, la dulce culpable, de todo este afán poético que hoy existen en mis inquietudes literarias. Después de aquella lejana y vieja promesa, he de confesar que todavía sigue en parte cumpliéndolo pese su ausencia irremediable y justificado. Pues he de decir que ésta sigue caminando poéticamente a mi lado y hasta el final, hasta aquel verde horizonte y exento de toda injusticia…
¡Tiene tanto verde!