martes, 14 de agosto de 2012

ESPERANZA INDEFINIDA

Tu llegada,
pese a ser escueta y a modo electrónico,
es para mi una esperanza nuevamente pintada
con el color verde de tus perdidos versos.

Que me sigas enviando a modo de lluvia
leves gotas de agua con la cual saciar mi sed
es ya indispensable para este que anhela
todo aquellos días irreversibles,
y que bien sabe como alimenta esa lluvia:
esa ardua esperanza indefinida de mi espera
irrebocable.

Como secreto en el olvido,
así te tengo.
Escondida en el cariz más poético
de estas manos mías que siguen extrañandote
como aquel noviembre postrero.

LA FUENTE SECRETA


Marmórea fuente sublime,
fuente del que brota el agua;
testigo mudo fuiste
cuando el verso llamaba
a aquél corazón perdido
por la fría madrugada.
Verso no correspondido,
verso sutil en la espera;
aquel siempre enrarecido,
aquel visto por tus piedras
y en el cual quedó dormido
todo amor de primavera.
El de la bella diosa a él ofrecido
-al murmullo de tus crisálidas perlas-,
y en cuyo brocal sigue aún sumido
el llanto mudo del poeta.

                                           





jueves, 2 de agosto de 2012

LO QUE QUISE PERDER Y NO

Quise perder el tiempo,
el destino y todas las cosas.
Perder el camino, la paz,
la guerra...
Quise perder el fuego celeste

de los astros.
Perder el desorden de las cosas,
la última nota oscura,
la palabra, mi casa y mi tierra;
perder el limo de los campos,
el matiz de la espera...
Quise perder la razón,
la calle que nunca fue mía.
Todo,
pero no la luz de tus ojos.
No me des ese castigo.